El 105 aniversario de la carrera de Cross Country «Sette Campanili» se celebra en 2019 y ZMC, junto con otros patrocinadores, contribuyen a mantener viva esta antigua y prestigiosa tradición deportiva.

La primera edición de la competencia se remonta a 1914 y, después de más de un siglo, la carrera a pie continúa a lo largo del mismo anillo de 16 kilómetros que toca las plazas de 7 ciudades en la provincia de Varese: Cavaria (donde se encuentra ZMC), Premezzo, Santo Stefano, Oggiona, Jerago, Orago y Cajello. La ruta, además de los siete campanarios de los cuales toma su nombre, toca varios puntos de interés en el área, entre los cuales se destacan las dos escaleras que se hicieron famosas por las portadas ilustradas de algunas revistas. En el pasado, el Cross Country de la «Sette Campanili» tenía relevancia nacional, hasta el punto de asignar el título italiano de Cross Country en algunas ocasiones y de albergar atletas de renombre internacional entre los participantes. En 1926, el popular semanario «La Domenica del Corriere» dedicó la portada a «Sette Campanili» y fue el famoso ilustrador Achille Beltrame quien inmortalizó en uno de sus dibujos el ascenso de los atletas a lo largo de las escaleras que conducen a la Iglesia de Orago.

Hoy en día, la carrera sigue siendo una parada indispensable para los numerosos fanáticos de Cross Country y cada año atrae a varios atletas de alto nivel, una multitud de corredores aficionados y una gran audiencia en el camino.

A través de una larga y fructífera colaboración con los clientes del sector, ZMC ha desarrollado una gama completa y fiable de cadenas utilizadas en los sistemas dedicados al lavado de botellas y, en general, a los envases de vidrio.

La mayoría de las aplicaciones  proceden de la industria alimentaria y, en particular, del sector de bebidas (cerveza, refrescos, etc.), pero los mismos conceptos también se utilizan en el campo farmacéutico. En el diseño y la construcción de estas cadenas, el objetivo principal es garantizar la durabilidad y fiabilidad en condiciones de operación pesadas debido al entorno y la productividad cada vez más alta requerida en el sector.

Las cadenas se sumergen en baños con detergentes, que pueden contribuir a la oxidación de la cadena, no se permite la lubricación y, además, las botellas recicladas ponen en circulación diversos residuos abrasivos debido a la suciedad que se acumula en ellos y la descomposición de las cadenas.

En estas cadenas, se busca, fuerza constructiva en cada detalle desde la fase de diseño. La experiencia de ZMC en la elección de los aceros utilizados y en su tratamiento térmico también es crucial.

En este caso, se resaltan dos cadenas típicas del sector, una con un accesorio soldado y la otra con un accesorio doblado. En el segundo caso, la foto muestra la versión con tornillos salientes utilizados para fijar la barra transversal que transporta las botellas cargadas en celdas especiales.

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ZMC aborda la necesidad de reducir o suprimir completamente el mantenimiento de las cadenas con diferentes soluciones basadas en las condiciones de trabajo y los requisitos de los sectores específicos.

En varios casos, la forma más efectiva de reducir los costos de mantenimiento es cargar la cadena de inicio con una cantidad adecuada de grasa y confinar el producto lubricante en las áreas donde debe realizar su función. Este objetivo se logra mediante un sistema basado en sellos especiales. De esta manera, las características de lubricación de la grasa se aprovechan al máximo, evitando la contaminación por agentes externos y la dispersión innecesaria hacia otras partes del sistema.

Esta solución ha sido adoptada con éxito en varias aplicaciones. Aquí presentamos un caso que pertenece a la industria minera. Esta es una cadena de eslabones de manivela que pertenece a la categoría de las llamadas «cadenas rotativas» que se utilizan para mantener los tambores grandes en un movimiento giratorio. A menudo, las cadenas de este tipo funcionan en condiciones difíciles, a alta velocidad y en presencia de agentes altamente abrasivos.

La solución desarrollada por ZMC permite mantener la cadena lubricada durante largos períodos de tiempo, lo que hace menos frecuentes los intervalos de relubricación y, en ocasiones, elimina completamente la necesidad de introducir grasa nueva durante toda la vida útil de la cadena.

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Bajo pedido  ZMC proporciona cadenas individualmente prestiradas y medidas con una herramienta diseñada ad hoc que aprovecha la precisión de la medición del rayo láser y la aplicación de una fuerza de tracción controlada.

La primera fase, llamada prestiro, contempla la aplicación a la cadena de una tracción igual a 1/3 de la carga nominal de rotura. El preestiramiento permite obtener un asentamiento y un primer rodaje de la cadena.

La medición real se realiza luego reduciendo la tracción a 1/50 de la carga de rotura, según lo exige la norma ISO 1977.

Para cada prueba, se imprime una etiqueta y se fija a la cadena: la longitud detectada, los datos de la cadena y de la prueba y una letra que puede rastrearse hasta la clase de tolerancia en la que cae esa pieza en particular de la cadena. Dado que la tolerancia de longitud en las cadenas del transportador es siempre mayor, se divide en intervalos de 1 mm de ancho, esto significa que todas las cadenas con una longitud entre el valor nominal y 1 mm más mostrarán la letra A en la etiqueta , aquellos de 1mm a 2mm más largos reportarán la letra B, y así sucesivamente. Con este sistema se pretende facilitar, durante el montaje en el sistema, el acoplamiento entre cadenas con longitudes similares.